mirate a ti!

Mirad, os voy a hablar de algo que creía saber de antes, pero estaba equivocada, hoy realmente he aprendido algo de alguien.

¿Nunca os habéis topado con una persona que cree ser todo lo contrario a lo que de verdad es?
Esa persona... la típica, ¿que solo ve los errores ajenos y no los suyos propios?
Aquella que no repara en levantar la mano para señalar a alguien y culparlo de todos sus errores.
Esa que jamás se mira a si misma como algo para reparar, curar los errres y no volver a tropezar con la misma piedra, sino que, automaticamente se crea un caparazón con el que ella misma se proteje de toda acusación intentando justificarla y culpar a los demás antes que asumirlo.

Luego es la primera en decir: ¡de errores se aprende!
Pero se aprende de ellos cuando te das cuenta del error que has cometido, ¿no creeis?

Desde luego este tipo de personas no se como acabarán más adelante...

Lo más alucinante, lo que nunca me esperaba escuchar de esa persona es: es que solo ves mis errores y no los tuyos!

¿Veis a qué me referia con lo de que es justamente lo contrario a lo que cree ser?

Todo esto es un poco lioso y difícil de explicar... pero con que yo me entienda me basta ^^



Poco más que añadir por hoy... :)


*...La flecha debe volar hacia un objetivo que nunca hay que tener en cuenta...*


*...El ser humano puede sentirse solo a pesar del amor de muchos, porque para nadie es realmente el “más querido”...*


*...Más que pensar mucho en mi camino, he hecho cosas y he descubierto quien era después de hacerlas...*


- Esta mañana, cuando estaba asomada a la ventana mirando hacia fuera, mirando en realidad fija y profundamente a la naturaleza, me sentí dichosa, únicamente dichosa. Y mientras uno siga teniendo esa dicha interior, esa dicha por la naturaleza, por la salud y por tantas otras cosas; mientras uno lleve eso dentro, siempre volverá a ser feliz.
La riqueza, la fama, todo se puede perder, pero la dicha en el corazón a lo sumo puede velarse, y siempre, mientras vivas, volverá a hacerte feliz.
Inténtalo tu también, alguna vez que te sientas solo y desdichado o triste y estés en la buhardilla cuando haga un tiempo tan hermoso. No mires a las casas y los tejados, sino el cielo. Mientras puedas mirar al cielo sin temor, sabrás que eres puro por dentro y que, pase lo que pase, volverás a ser feliz.
(El diario de Ana Frank)